EL ESPÍRITU EN LOS DEPORTES DE EQUIPO

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¿Qué filosofía debe presidir la gestión de los equipos deportivos de equipo? ¿Qué importancia tienen los valores? ¿Qué importancia tiene el talento?

Hablando de equipos deportivos tenemos que hablar de colegios y clubs. Ellos son los que, en primera y última instancia, los crean y gestionan. En FORMACIÓN, los valores que deben predominar son los que están relacionados con el CRECIMIENTO, tanto deportivo como humano. En cambio, en la ÉLITE EL OBJETIVO ES GANAR. Eso no quiere decir que no deben y tengan valores, los deben tener, pero la prioridad es la RENTABILIDAD del resultado.

A menudo se invierten los objetivos, así vemos colegios y clubs de formación que buscan el objetivo de la victoria por encima del crecimiento y clubs de élite que tienen un objetivo más formativo que de rentabilidad económica y deportiva. Esta falta de coherencia va en detrimento del verdadero espíritu de los deportes de equipo y de sus respectivos ámbitos.

En formación, un entrenador hace un buen trabajo si su equipo crece a nivel personal y deportivo. Eso no quiere decir que no hayan personas que no se quejen, siempre las hay, pero es la valoración del conjunto lo que tiene que primar. Si un entrenador logra hacer de un grupo asilvestrado un EQUIPO hay que premiarlo. Y si encima les ha enseñado ha jugar mejor, aun más. ¿Qué suele pasar en muchos clubs y colegios? El entrenador o entrenadora logra que el grupo crezca a nivel humano y a nivel deportivo pero los resultados no son brillantes a nivel de clasificación y hay varios jugadores o jugadoras que dicen que no les gusta el entrenador o entrenadora. En la mayoría de los casos es cesado/a o cambiado/a de equipo. ¿Qué valores transmitimos? Que lo importante es ganar y que las simpatías y antipatías individuales son más importantes que el crecimiento humano y deportivo del grupo.

Ahora pasemos a hablar de la élite. En la élite, hay clubs donde se frustra la ambición deportiva de los jugadores y entrenadores por primar la rentabilidad económica. Se consiguen buenos resultados pero rechazan jugar competiciones de más nivel porque consideran que no hay suficiente presupuesto o porque sólo son un club de formación. Lo del presupesto se puede entender pero lo segundo no. Si un club, de baloncesto, de fútbol o de cualquier otro deporte de equipo, tiene la suficiente calidad deportiva para estar jugando con los mejores tiene el deber de hacer todo lo posible para seguir esa línea. No se puede tolerar que utilizen el discurso de la formación para enmascarar intereses de otro tipo. Un equipo de chavales de 15 años es formación. Un equipo de adultos que están jugando en la máxima competición, aunque queden últimos, son un equipo de élite. No hay que confundir las cosas o confundirlas a propósito.

Desde COACHING FELIZ, apostamos por la FORMACIÓN y por la ÉLITE y por la coherencia e integridad del espíritu de los deportes de equipo.

¡Feliz coaching! 😃

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